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martes, 22 de diciembre de 2015

Sonrisas al 2 X 1

Minuto 1

Sentado en la primera mesa del café recibo una sonrisa del mozo que me atenderá, gesto que asocio más con la esperanza de apetitosa propina que con el fluir auténtico del corazón.

Minuto 2

Pido el mismo refresco de cola que he pedido los últimos treinta y cinco días del otoño, respondo que no cuando me es ofrecido algún pastel o sándwich para acompañarle.

Minuto 3

Tamborileo una y otra vez con mis dedos sobre la mesa, inicialmente sin ritmo, después parece surgir interesante combinación musical, a nada de llegar a los 180 segundos continuos de percusionar decido cesar la música, decisión más bien influenciada por las miradas de los vecinos de mesa, quienes con su silencio y ojos puestos sobre mí, piden el fin del concierto; sobre ellos he de decir que talvez posean pobre gusto musical, dado la increpación que silentemente me han hecho, más su gusto en el vestir es formidable, la boina del señor se agrega a mi lista mental de deseos, que he de surtir en una tienda existente tal vez en el pasado, a leguas se nota que es una joya de generaciones anteriores, en lo que a su compañera respecta, su collar me ha cautivado, no para travestirme, no para regalarlo a mi polola, simple y llanamente el objeto pareciera cumplir su misión en el mundo: cautivar a cuanto ser ose mirarlo por más de dieciocho segundos.

Minuto 6

Como siempre el refresco es refrescante, fusión exacta entre los hielos que le son colocados al vaso, la temperatura que impera en el recinto y los propios grados centígrados que mi cuerpo posee, me entretengo viendo como burbujea, esas microgalaxias que existen al interior de un vaso de cristal, con propias historias, personajes, andanzas y esperanzas, que con un "glu glu" de gigante desaparecen en cuestión de un par de sorbos.

Minuto 11

Busco en mi morral el manuscrito en el que actualmente trabajo, revuelvo bolsas de frituras, papeles pequeños con notas en su frente y espalda, restos de cascaras de mandarina pérdidas al interior, dos plumas con publicidad de un banco y una más de un partido político.

Minuto 19

He tardado un minuto en darme cuenta que olvidé en casa el manuscrito, el resto de los minutos transcurridos los debo a la negación inicial, a esa resistencia por aceptar la realidad.

Minuto 19 y 32 segundos

Con gesto de mano pido la cuenta, apuntó hacia la mesa señalando el billete que cubre el costo de la bebida más un treinta porciento de propina, el mesero vuelve a sonreír, si bien no ha visto la cantidad que he dejado como bonificación por su servicio, presiente que será lo justo para que las dos sonrisas ofertadas queden cubiertas en totalidad.